Ya sea por la emoción de la disputa, por la oportunidad o la necesidad de comprar un auto más barato, muchos brasileños comienzan a mirar con cariño las subastas de vehículos.

Los organismos públicos, los bancos y las compañías de seguros se encuentran entre los principales proveedores de vehículos para las subastas, y las reglas y los precios pueden variar mucho de una subasta a otra.

Sin embargo, como en cualquier tipo de negocio, se necesita conocimiento y paciencia para que una buena oportunidad no acabe convirtiéndose en un quebradero de cabeza más adelante.

Muchas personas han comprado autos de subasta sin prestar atención a los detalles que deberían tener, y con eso terminaron obteniendo un mal negocio.

Por eso es importante entender qué es una subasta y cómo funciona.

La subasta no es una práctica nueva, sino más bien antigua.

Es una modalidad de compra-venta de objetos que ha ido ganando cada vez más adeptos, debido a las ventajas que tiene, respecto a otras modalidades de compra-venta.

Primero, debemos entender que la subasta es una venta pública, abierta a cualquier persona interesada en participar en la negociación.

Entre los productos que se pueden comprar o vender en una subasta, hay bienes muy caros como mansiones u obras de arte raras, así como bienes más baratos como muebles, electrodomésticos y productos electrónicos.

Por lo general, el proceso lo maneja un subastador profesional, alguien que recibe los bienes del vendedor para llevar a cabo el proceso correctamente.

Las subastas pueden vender bienes individualmente, como un automóvil, o muchos artículos diferentes, como un juego de teléfonos celulares, por ejemplo.

En definitiva, la subasta es una forma de realizar una venta pública que permite la participación de un gran número de interesados en el negocio.

El fundamento de una subasta es la definición de un valor mínimo para el bien o conjunto de bienes que se somete a ese proceso de subasta.

El comprador que hace la oferta más alta por encima del valor definido inicialmente gana la subasta.

La subasta puede ocurrir de dos maneras:

La subasta presencial funciona con un lugar, fecha y hora a la que los interesados en comprar los artículos deben asistir para realizar sus pujas.

En la subasta online, la dinámica es mucho más sencilla. El sitio o sistema de subastas mostrará los lotes que se subastan junto con las ofertas de otros postores.

El sistema muestra las ofertas actuales y normalmente tiene un mecanismo de cuenta regresiva para acelerar el proceso.

En el caso de subastas por internet, es necesario registrarse en la página web del subastador o de la empresa. Este registro debe realizarse antes del día de la licitación.

Resumiendo, el proceso de una subasta ocurre de la siguiente manera:

Si siguió todos los consejos anteriores y optó por ofertar por el vehículo, debe asegurarse de haber obtenido un buen trato con esa compra.

Si bien no existe una regla general para saber si un vehículo se vendió por un buen valor, los expertos dicen que un automóvil vendido por alrededor de 35% es una buena compra.

Cabe señalar que el valor final de la oferta aún se verá incrementado por reparaciones, impuestos y documentación, como se mencionó anteriormente.

Por lo tanto, reúna toda la información, haga los cálculos y espere que su oferta sea la más alta.